Esta nueva versión tiene sus ventajas:
- 200 CV más que la antigua versión (un total de 1.201 CV). Tiene una velocidad máxima (probado en el circuito secreto de Volkswagen) de 434.2 KM/H.
- Es más aerodinámico. Tiene un aspecto más agresivo y la abertura trasera del motor está más cerrada para mejorar el impacto del aire a 426 KM/H (limitación que le pusieron por seguridad de no quemar el motor).
- Tiene un motor de 16 cilindros en W con una turbina cuádruple de 8.0 y un P.A.R. máximo de 1.500 Newton/Metro.
- De 0 a 100 en pocos 2.5 Segundos.
- Un interior sublime acorde al coche.
Pero por desgracia tiene desventajas:
- Necesita un carburante (Super Plus) de 1.624€ el litro. En total te cuesta 7502.88€ llenar su (por otra parte) inmenso depósito.
- Cuesta 1.300.000€. (Una cantidad un poco elevada)
Conclusión:
Bugatti se lo ha currado una vez más. Ha creado un gran coche, el vehículo comercial más rápido hasta la fecha, un prodigio de la ingeniería con un aspecto visual muy bueno (aunque tiene un poco forma de huevo) y para terminar, Bugatti hará más modelos (creo) más rápidos hasta ir tan rápido que cualquier otro coche no le hará nunca sombra, y eso (espero), que signifique que Bugatti vuelva a hacer coches de competición para las carreras.
Imágenes:
Para ilustrar esta gran obra de ingeniería he escogido unas buenas capturas de el poderío del Bugatti Veyron Super Sport 16.4.
Abertura trasera perfeccionada
Sus impactantes llantas
La línea mejorada hasta tal punto de tener un rozamiento con el aire mínimo
El alucinante interior
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